Hay una serie de ventajas si el PC es tu opción preferida con respecto a utilizar una consola para jugar.
El PC es la plataforma de referencia en la actualidad. Las mejoras a nivel de rendimiento o calidad gráfica siempre llegan primero a los ordenadores por ser donde NVIDIA, AMD e Intel sacan primero sus componentes. Por tanto, se pueden probar las mejoras gráficas antes de que terminen luego llegando a las consolas.
Plataformas como Steam, Epic Games u Origin, con un catálogo infinito de juegos online para PC hacen que el catálogo que tenemos a nuestra disposición en el ordenador sea infinitamente mayor y mejor.
Juegos más baratos
Los juegos de PC son más baratos por varios motivos. Uno de los más importantes es que Sony, Microsoft o Nintendo se llevan un porcentaje por cada juego vendido, el cual no se paga en PC. Este es el motivo de que un juego multiplataforma recién lanzado en PC cueste menos que en las consolas (por ejemplo, 285.000COP en consolas y
entre 224.000COP Y 244.000COP en PC).
Además, el precio de los juegos de PC baja más rápido con el paso del tiempo, con constantes ofertas de plataformas como Epic Games, Steam. GOG u Origin que los dejan a precios ridículos. Y además tenemos una alta competencia en las tiendas de keys, donde cualquier juego que tenga unos años encima se puede encontrar fácilmente entre 20.000COP y 40.000COP- E incluso si no lo encuentras en ninguna tienda, siempre puedes descargarlo GRATIS por torrent.
En las consolas, jugar online es de pago. Dependiendo de la modalidad que escojamos y de si encontramos alguna oferta, el coste suele ser de unos 203.000COP a 244.000COP al año. En 5 años, tenemos un coste de entre 917.000COP y 1’222.000COP adicionales que hay que tener en cuenta en el precio de la consola que con el PC no estaríamos pagando, ya que jugar por Internet no representa ningún costo adicional y puedes hacerlo tanto como quieras.
Puedes mejorar tu PC cuando quieras
Con PS4 Pro y Xbox One X se abrió la veda a las consolas intergeneracionales, lanzando modelos con rendimiento mejorado. Aunque con PS5 y Xbox Series X no parece que vaya a ocurrir lo mismo por la gran potencia que tendrán de serie, con el PC siempre puedes estar preparado para actualizarlo cuando quieras.
Por ejemplo, te puedes montar un PC por piezas con un buen procesador y una tarjeta gráfica de gama media alta. Cuando pasen cuatro años, si ves que hay mejores tarjetas gráficas en el mercado, puedes vender la que tienes y comprar otra nueva al mismo precio que Sony y Microsoft te intentarían vender otra consola nueva, de la misma forma que puedes vender también la consola anterior.
Además, en PC puedes ir mejorándolo conforme vayas pudiendo. Por ejemplo, puedes montarlo con 8 GB de RAM, y si consigues algo de dinero extra, puedes comprar los 8 GB adicionales, un SSD mejor, un disco duro de más capacidad, etc.
Ahorro a largo plazo
Todos los puntos anteriores nos llevan a que, cuando quieras comprar una u otra plataforma, debes analizar el coste a largo plazo. En el primer año a lo mejor te sale más barata la consola con online y juegos, pero pasados cinco años de vida útil de las consolas tienes que sumar el coste extra de los juegos al pagar las comisiones de cada juego o el online. Con 10 juegos que compres en ese tiempo y el precio del online, es posible que estés pagando unos 1’426.000COP o 1’630.000COP adicionales que en ese tiempo no vas a pagar en el PC.
El ahorro a nivel de componentes y accesorios también es notable, el PC es una plataforma más popular y para el que se lanzan al mercado una mayor variedad de periféricos, al no ser plataformas exclusivas los encontraremos a precios de mercado.
Elegir la calidad gráfica y el rendimiento
Cuando metes un juego en la consola, éste se ajusta al rendimiento que ésta puede sacar. Sin embargo, tenemos que conformarnos con lo que nos obliga a jugar la compañía, como puede ser en FULLHD a 30 FPS, cuando nosotros preferiríamos jugar en Full HD a 60 FPS con una mejor calidad de texturas.
En PC puedes cambiar el ajuste gráfico a tu gusto dependiendo de la resolución de tu monitor o televisor, así como a la tasa de fotogramas que éste sea capaz de mostrar. Para juegos competitivos, es mejor poder jugar a 144 o 240 Hz que a 60, y las consolas no pasaran de los 120 Hz por estar hechas para sincronizarse a esa frecuencia, que es la máxima que muestran los televisores 4K en la actualidad.
Además, en PC los tiempos de carga son algo ya del pasado, aunque por suerte Xbox Series X y PS5 han cambiado eso y ofrecen unidades SSD de serie.
Jugar con cualquier mando
Si no te acomodas con ratón y teclado, en PC puedes usar cualquier mando para jugar, ya sea de Xbox One, PS3, PS4, etc. De hecho, si usas el de Xbox One, casi todos los juegos lo detectan automáticamente y puedes pasar a jugar con él de manera nativa sin complicarte la vida. En consola estás obligado a usar mando sí o sí. Además, en PC puedes mezclar mandos para jugar a multijugador con cualquier mando que traigan tus amigos.
Además, aunque podamos encontrar mandos compatibles con las consolas más populares, la calidad de los acabados y la manejabilidad suelen dejar mucho que desear si los comparamos con los mandos originales incluidos en la consola.
Juega en la tele o en el móvil a distancia
La consola normalmente suele estar conectada al televisor, mientras que el ordenador casi nunca está a su lado. En PC hay cada vez más soluciones para jugar en remoto. En nuestra propia casa podemos usar Steam Link, In-Home Streaming o NVIDIA Shield, gracias a lo cual podemos jugar sin apenas lag en nuestra red local en móvil, tablet, otro ordenador o incluso en nuestra Smart TV si tenemos una Samsung con la app de Steam Link.
Con ello tienes la ventaja adicional de no estar escuchando el ruido de la consola o el PC en el televisor, ya que tendremos el PC en otra habitación.
Retrocompatibilidad y más variedad de juegos y emuladores
Aunque Microsoft dio un enorme paso con Xbox One X, y Sony con PS5, los reyes de la retrocompatibilidad siguen siendo los PC. Podemos ejecutar juegos de hace décadas de manera nativa sin recurrir ni siquiera a emuladores. Una vez lo tienes en tu cuenta de Steam, Epic Store o cualquier otra tienda, puedes jugarlo para siempre sin el miedo de si la siguiente generación de consolas dejará de ser compatible.
Con Xbox Series X y PS5 la retrocompatibilidad nativa ha mejorado, ya que ambas consolas comparten arquitectura con sus predecesoras, un hecho que no se había dado hasta ahora en la historia de las consolas de ambas compañías. Con las nuevas consolas es posible meter un juego de las anteriores tal cual, y jugarlo, adaptándose además los gráficos a la potencia de las mismas si los desarrolladores han lanzado un parche para ello.
En PC, no obstante, la cantidad de juegos disponible es mucho más grande y variada, donde además tenemos emuladores para jugar a prácticamente todos los juegos y consolas del siglo XX, e incluso parte del siglo XXI con los emuladores de PS2 o lo avanzado que está el de PS3. Además, PC tiene también grandes juegos exclusivos jugados por millones de personas, como Dota 2, LoL, CS:GO, Arma III, Team Fortress 2, etc.
Olvídate del formato físico
En PC el formato físico es cosa del pasado, ya que todos los juegos se compran en formato digital. Gracias a ello, los juegos están siempre actualizados y no hay que esperar a que la consola esté actualizándolo. Esto tiene como contrapartida que no podemos vender los juegos, pero teniendo en cuenta lo baratos que son si pillamos una buena oferta no es muy problemático.
Mods
Modificar el aspecto gráfico es algo que se hace en casi todos los juegos. Títulos como Skyrim o The Witcher 3 son algunos de los mejores ejemplos de hasta qué punto es posible mejorar un juego a nivel gráfico o de jugabilidad. En consola no se pueden realizar modificaciones a los juegos.
Es una de las grandes ventajas del uso del PC, el alto grado de personalización tanto a nivel de hardware y software hace que, con unos conocimientos básicos, puedas exprimir al máximo el potencial de tu equipo.
Probablemente necesites o ya tengas un PC
Por último, es importante tener en cuenta que, si tienes un presupuesto limitado, es probable que te interese comprarte un ordenador para jugar. Si eres universitario y estás viajando todo el tiempo, un portátil gaming te puede venir muy bien porque combinas lo mejor de ambos mundos, y de todas formas siempre vas a necesitar un PC para trabajar.
Además, siempre es más fácil justificar la compra de un ordenador para trabajar, y que por un poco más de dinero también sirva para jugar, ya que tus allegados serán más comprensibles si les explicas que estarás ahorrando dinero y además de jugar te ofrece una grandísima cantidad de tareas adicionales.